Descripción
Viveiro se pone a punto para situarse en el año de gracia de 1552, y abrir las puertas de la ciudad al «Caesar Imperátor», Carlos V, y junto a su corte, estrenar un año más el Mercado Renacentista.
Son tres días volcados en una temporada de damas, caballeros, artesanos y bufones. Una cita anual que es un éxito desde su origen precisamente por la implicación de los viveirenses y de los visitantes que contribuyen a la ambientación con el vestuario de temporada que compran, confeccionan o bien arriendan. Tiendas, sastres y peluquerías colaboran en la elección de un vestuario marcado por una época rica en telas -sedas, cretonas, terciopelos o bien linos-, y asimismo en coloridos, de los bermellones a los verdes musgo o bien los azules, online con los gustos de la Corte en el siglo XVI. Hay incluso quién efectúa una investigación previa para diseñar el ropaje a vestir cada edición. En los claustros de San Francisco, donde la Fraternidad del Prendimiento coordina el alquiler de vestuario, se ofrecen 120 diseños diferentes, que se alquilan al coste de treinta euros para adultos y veinte para los pequeños.